viernes, febrero 09, 2007

San Martín de los Andes/ No me canso de mirar...

 
 ...Caminar por estos bosques milenarios, navegar por estos lagos bellísimos, simplemente sentarse en la playita de San Martín a hacer un picnic y mirar el Lácar por horas, trepar a los miradores para descubrir nuevas perspectivas, sacar cientos de fotos, que igual nunca llegan a transmitir esa paz, esa emoción, esa belleza sublime. Además de los otros encantos: la cabañita de madera, el arroyo que murmura a unos pocos metros, los cerros verdes que te acompañan a todo momento, el cuidado centro ahí nomás, para cuando se necesita, la deliciosa comida, todo, todo es idílico.
Una de las cosas que más me maravillaron, además de los hermosos paisajes, es la falta de contaminación sonora y visual: nada de ruido, pero tampoco carteles, prácticamente ningún cartel (es cierto que a veces faltan algunos indicadores, pero bueno, preguntando uno se las arregla). Esas imágenes puras realmente contrastan con los horribles bombardeos de marcas a los que se ven sometidos quienes van a las playas de la costa, por ejemplo. Realmente, sería espantoso encontrar en la soñada playita de Quila Quina el parador Movistar o algo así. Desde que tuve un problema en la vista, soy particularmente sensible en relación con lo visual, quiero imprimir en mi interior cada una de las imágenes que me emocionan y conmueven, y realmente este viaje me dotó de un arsenal maravilloso que guardo como un tesoro en la compu, pero particularmente dentro de mí. Un momento de profundo encuentro, de mucho diálogo y conexión. Y sobre todo, de contemplación.


Eu não sei parar de te olhar

Eu não sei parar de te olhar
Não vou parar de te olhar
Eu não me canso de olhar

Não vou parar de te olhar,
de te olhar....

(Ana Carolina)