domingo, octubre 21, 2007

Mamá


Palabras a mi madre

No las grandes verdades yo te pregunto, que
no las contestarías; solamente investigo
si, cuando me gestaste, fue la luna testigo,
por los oscuros patios en flor, paseándose.

Y si, cuando en tu seno de fervores latinos

yo escuchando dormía, un ronco mar sonoro
te adormeció las noches, y miraste, en el oro
del crepúsculo, hundirse los pájaros marinos.


Porque mi alma es toda fantástica, viajera,
y la envuelve una nube de locura ligera
cuando la luna nueva sube al cielo azulino.

Y gusta, si el mar abre sus fuertes pebeteros,

arrullada en un claro cantar de marineros, mirar las grandes aves que pasan sin destino.

Alfonsina Storni