viernes, octubre 09, 2009

Son para Portinari

Para Cándido Portinari
la miel y el ron,
y una guitarra de azúcar
y una canción,
y un corazón.
Para Cándido Portinari
Buenos Aires y un bandoneón.

Ay, esta noche se puede, se puede.
Ay, esta noche se puede, se puede,
se puede cantar un son.

Sueña y fulgura
un hombre de mano dura,
hecho de sangre y pintura,
grita en la tela.
Sueña y fulgura,
su sangre de mano dura,
sueña y fulgura,
como tallado en candela;
sueña y fulgura,
como una estrella en la altura,
sueña y fulgura,
como una chispa que vuela,
sueña y fulgura.

Así con su mano dura,
hecho de sangre y pintura,
sobre la tela,
sueña y fulgura,
un hombre de mano dura.
Portinari lo desvela
y el roto pecho le cura.


Ay, esta noche se puede, se puede,
y, esta noche se puede, se puede,
se puede cantar un son.




Maravilloso tema, conjunción de la cultura latinoamericana: el homenaje al genial pintor brasileño Cándido Portinari a través de la poesía del cubano Nicolás Guillén, la música del chileno Horacio Salinas y la voz de nuestra inolvidable Negra...

domingo, octubre 04, 2009

Zamba para no morir

Romperá la tarde mi voz
hasta el eco de ayer,
voy quedándome solo al final
muerto de sed, harto de andar,
pero sigo creciendo en el sol,
vivo...

Era el tiempo viejo, la flor,
la madera frutal.
Luego el hacha se puso a golpear
verse caer, sólo rodar
pero el árbol reverdecerá,
nuevo...

Al quemarse en el cielo la luz del día, me voy
con el cuero asombrado me iré
ronco al gritar que volveré
repartido en el aire al gritar,
siempre.

Mi razón no pide piedad,
se dispone a partir.
No me gusta la muerte ritual
sólo dormir, verme borrar,
una historia me recordará,
vivo...

Veo el campo, el fruto, la miel
y estas ganas de amar
no me puede el olvido vencer
hoy como ayer, siempre llegar
en el hijo se puede volver,
nuevo...

Al quemarse en el cielo
la luz del día, me voy.
Con el cuero asombrado me iré,
ronco al gritar que volveré
repartido en el aire al gritar,
siempre.


Hamlet Lima Quintana