viernes, agosto 10, 2007

Villa Pehuenia / Carpe diem


Carpe diem, quam minimum credula postero.

No pretendas saber, pues no está permitido, el fin que a mí y a ti, Leucónoe, nos tienen asignados los dioses, ni consultes los números babilónicos. Mejor será aceptar lo que venga, ya sean muchos los inviernos que Júpiter te conceda, o sea éste el último, el que ahora hace que el mar Tirreno rompa contra los acantilados. Sé sabia y, mientras, filtra el vino y olvídate del breve tiempo que queda amparándote en una larga esperanza. Mientras estamos hablando se escapa el tiempo envidioso: aprovecha el día y de ninguna manera confíes en el incierto mañana. (Horacio)   

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