Pensando en que la sobrevaloración de lo escrito nos trajo a este mundo desbordante de textos (que a mí obviamente me encantan), donde el contacto directo con los otros, con la realidad misma, es cada vez menos frecuente, más mediatizado. Y, sin embargo, lo que más nos queda, lo que llevamos más profundo en nosotros son los momentos de cercanía de las charlas, las miradas, los tonos de voz, los silencios, la conexión real, la experiencia directa. Escuchar, hablar...
poemas, canciones, fragmentos de textos que han dejado alguna huella en mí, reflexiones, imágenes, ideas... todo lo que quiero recordar y revisar y volver a vivir... palabras que me gustan, me perturban, me conmueven, me hacen gozar, reír, pensar... un poco de todo... la biblia junto al calefón... por qué no... así soy yo: frívola y profunda, alegre y melancólica, divertida y desgarrada... coyote incansable que sigue y sigue corriendo tras el correcaminos sin parar...
No hay comentarios.:
Publicar un comentario