sábado, abril 30, 2011

Sobre héroes y tumbas


La vio alejarse con tristeza. Era un día de comienzos de abril, pero el otoño empezaba ya a anunciarse con signos premonitorios, como esos nostálgicos ecos de trompa – pensaba- que se oyen en el tema todavía fuerte de una sinfonía, pero que (con cierta indecisa, suave pero creciente insistencia) ya nos están advirtiendo que aquel tema está llegando a su fin y aquellos ecos de remotas trompas se harán cada vez más cercanos, hasta convertirse en el tema dominante. Alguna hoja seca, el cielo como ya preparándose para los largos días nublados de mayo y julio, anunciaban que la estación más hermosa de Buenos Aires se acercaba en silencio. Como si después de la pesada estridencia del verano, el cielo y los árboles empezaran a asumir ese aire de recogimiento de las cosas que se preparan para un extenso letargo.

Ernesto Sábato


viernes, abril 08, 2011

El silencio del mar

... el mar escucha como un sordo
es insensible como un dios
y sobrevive a los sobrevivientes

nunca sabré que espero de él
ni que conjuro deja en mis tobillos
pero cuando estos ojos se hartan de baldosas
y esperan entre el llano y las colinas
o en calles que se cierran en más calles
entonces sí me siento náufrago
y sólo el mar puede
salvarme


(Mario Benedetti)

♥ MAR AZUL

jueves, marzo 24, 2011

Golpe


- Mamá, dijo el niño - ¿qué es un golpe?

- Algo que duele muchísimo y deja amoratado el lugar donde te dio.

El niño fue hasta la puerta de la casa. Todo el país que le cupo en la mirada tenía un tinte violáceo.


(Pía Barros, narradora chilena)

domingo, febrero 20, 2011

Los nadies

Sueñan las pulgas con comprarse un perro y sueñan los nadies con salir de pobres, que algún mágico día llueva de pronto la buena suerte, que llueva a cántaros la buena suerte; pero la buena suerte no llueve ayer, ni hoy, ni mañana, ni nunca, ni en llovizna cae del cielo la buena suerte, por mucho que los nadies la llamen y aunque les pique la mano izquierda, o se levanten con el pie derecho, o empiecen el año cambiando de escoba.
Los nadies: los hijos de nadie, los dueños de nada.
Los nadies: los ningunos, los ninguneados, corriendo la liebre, muriendo la vida, jodidos, rejodidos:
Que no son, aunque sean.
Que no hablan idiomas, sino dialectos.
Que no profesan religiones, sino supersticiones.
Que no hacen arte, sino artesanías.
Que no practican cultura, sino folklore.
Que no son seres humanos, sino recursos humanos.
Que no tienen cara, sino brazos.
Que no tienen nombre, sino número.
Que no figuran en la historia universal, sino en la crónica roja de la prensa local.
Los nadies, que cuestan menos que la bala que los mata.


(Eduardo Galeano)

lunes, enero 10, 2011

Yo me nazco

Yo me nazco, yo misma me levanto,
organizo mi forma y determino
mi cantidad , mi número divino,
mi régimen de paz, mi azar de llanto.
Establezco mi origen y termino
porque sí, para nunca, por lo tanto.
Soy lo que se me ocurre cuando canto.
No tengo ganas de tener destino.


(María Elena Walsh)

sábado, octubre 09, 2010

La casada infiel

Y que yo me la lleve al río
creyendo que era mozuela,
pero tenía marido.
Fue la noche de Santiago
y casi por compromiso.
Se apagaron los faroles
y se encendieron los grillos.
En las últimas esquinas
toqué sus pechos dormidos,
y se me abrieron de pronto
como ramos de jacintos.
El almidón de su enagua me
sonaba en el oído,
como una pieza de seda
rasgada por diez cuchillos.
Sin luz de plata en sus copas
los árboles han crecido,
y un horizonte de perros
ladra muy lejos del río.
Pasadas las zarzamoras,
los juncos y los espinos,
bajo su mata de pelo
hice un hoyo sobre el limo.
Yo me quité la corbata.
Ella se quitó el vestido.
Yo el cinturón con revólver
Ella sus cuatro corpiños.
Ni nardos ni caracolas
tienen el cutis tan fino,
ni los cristales con luna
relumbran con ese brillo.
Sus muslos se me escapaban
como peces sorprendidos,
la mitad llenos de lumbre,
la mitad llenos de frío.
Aquella noche corrí
el mejor de los caminos,
montado en potra de nácar
sin bridas y sin estribos.
No quiero decir, por hombre,
las cosas que ella me dijo.
La luz del entendimiento
me hace ser muy comedido.
Sucia de besos y arena,
yo me la lleve del río.
Con el aire se batían las
espadas de los lirios.

Me porté como quien soy.
Como un gitano legítimo.
Le regalé un costurero
grande de raso pajizo,
y no quise enamorarme
porque teniendo marido
me dijo que era mozuela
cuando la llevaba al río.




(Federico García Lorca)

jueves, agosto 26, 2010

Casi nadie va a sacarlo de sus casillas

El caballo relincha, el perro ladra,
la suma de los ángulos de un triángulo

es igual a dos rectos, la sopa, la conciencia,
el alcaucil, después del dos el tres, después

del hoy, mañana, casi nadie lo sacará de sus
casillas. Casi nadie ni nada, porque ¿cómo tomar
en serio esos latidos en que el sueño es acceso,

esas miradas de insoportable lucidez en un
tranvía, eso que ahora dice: Huye, pero al final, al
fin y al cabo, no era más que un gajo de naranja
reventado en la boca? ¿Cómo tomar en serio que
una puerta dé a la tristeza cuando el arquitecto la
abre al pasillo, que unos senos dibujen paralelos
sus jardines cuando es la hora de
ir a la oficina? Imposible negar las evidencias
dice el doctor y dice bien, inútil sacar de sus
casillas al honesto almanaque, San Rulfo, Santa
Tecla, San Fermín, la Asunción, el caballo
relincha, el perro ladra, casi nadie le ofrece en
una esquina un pedacito suelto de bicicleta o
trompo, casi nunca es verano en pleno invierno
por razones de estricta pulimentada lógica,
hay que ser lo que se es o no ser nada, y nada
lo sacará de sus casillas, nadie lo sacará, y si un
caballo ladra no lo sabremos nunca, porque
los caballos no ladran. Bastaría un apenas, un no
quiero, para empezar de otra manera el día,
hervir la radio con las papas y a cada chico darle
un cocodrilo para que huela a miedo en las
escuelas, sacar los muertos a que tomen aire,
meter las mitras en la mayonesa, actividades
subversivas, claro, pero otras cosas hay; fusiles
corren por las picadas, Sudamérica crece en su
selva hacia la aurora, de tanto arroz bañado en
sangre nacerá otra manera de ser hombre.
No cito más que apenas estas cosas, saco de sus
casillas a unos cuantos que todavía creen en la
poesía encasillada en su vocabulario
lleno de compromisos con lo abstracto.
(La suma de los ángulos de un triángulo),
((Los caballos no ladran)),
(((Dice el doctor, y dice bien))).

Julio Cortázar

sábado, agosto 14, 2010

Después de los lobos

Aquellos animales que se aburrieron de tener hambre, siempre y solamente hambre, no eran inútiles, débiles o insolentes. Tenían otros sueños; eso sí. Por eso, un día cambiaron de sendero y de destino.

Ellos viven hoy más cerca de los hombres que de la luna. Y tienen los nombres que les pone el amor.

Liliana Bodoc



domingo, mayo 23, 2010

El Hacedor

Un hombre se propone la tarea de dibujar el mundo. A lo largo de los años puebla un espacio con imágenes de provincias, de reinos, de montañas, de bahías, de naves, de islas, de peces, de habitaciones, de instrumentos, de astros, de caballos y de personas. Poco antes de morir, descubre que ese paciente laberinto de líneas traza la imagen de su cara.

(Jorge Luis Borges)

miércoles, enero 13, 2010

Las plumas del ogro

El cuento tiene variantes, en algunas el ogro no es ogro sino diablo y no son plumas sino pelos de oro lo que hay que arrancarle. La que reproduce Italo Calvino en sus Fiabe comienza así: "Un Rey se enfermó. Vinieron los médicos y le dijeron: ‘Escuche, Majestad, si quiere curarse, va a tener que arrancarle una pluma al Ogro. Es un remedio difícil porque el Ogro se come a todos los que se le ponen delante’…" Calvino dice que en la versión que a su vez le sirvió de fuente, la que está contenida en la antología de cuentos toscanos de Pitré, el ogro no es ogro sino apenas "la bestia", pero siguen siendo plumas lo que hay que arrancarle.

El esplendor de la versión de Calvino radica en lo extemporáneo de las plumas. Es fácil imaginarse un diablo con pelos, con al menos tres pelos como lo pintan los Grimm. También es fácil imaginar un ogro mamífero y carnívoro, de rulos ralos como los que luce el de "Pulgarcito" según Doré, o con una gran pelambre roja como la de Oni, el ogro de los cuentos japoneses. Pero plumas… Las plumas son tan livianas, tan femeninas también… ¿Dónde tiene las plumas el ogro? El cuento no lo dice nunca, ni siquiera cuando el héroe, con ayuda de una bella muchacha que el ogro tiene cautiva en el fondo de su cueva, consigue hacerse de esas plumas, que va arrancando una a una del ogro dormido, sin que se sepa nunca de qué sector de su inmenso cuerpo proceden.

Las maravillas son comunes en los cuentos populares, hay gallinas que ponen huevos de oro, burros que defecan oro, caballos que vuelan, hombres que se reducen al tamaño de una hormiga, cajas donde cabe el mundo. Pero es difícil encontrar algo más sorprendente, más gratuito, más sutil, que las plumas del ogro. (...)

Hay un aspecto de la lectura —no me refiero a la teoría de la lectura sino a su puesta en práctica, el ejercicio vivo, histórico de la lectura— que equivale a arrancarle las plumas al ogro. (...) El que lee "emprende" el texto a su manera, se debate con él, lo rodea, lo calibra, se insinúa en él por algún resquicio o lo toma por asalto, y algo atrapa ahí adentro, algo que solo él podía atrapar. Algo que encuentra de pronto —muchas veces por azar— y arranca por propia cuenta y riesgo vaya uno a saber de dónde. Tal vez no le estaba destinado, tal vez no sea lo más apropiado sino algo inesperado, bizarro, que sin embargo es justo lo que estaba necesitando, lo que, como al rey del cuento, puede "curarlo". Por supuesto que es difícil prever cuándo se producirá el punto culminante o adivinar de qué clase serán las plumas que el lector atrape, lo único que se puede decir es que, si lleva a cabo su lectura, va a tener al menos una de esas plumas en la mano.

La lectura incluye la rareza y el azar. En la historia del lector hay siempre contactos inesperados, atajos, desvíos, situaciones desconcertantes, extrañas casualidades. Basta pensar que muchos de los libros más importantes de la vida se los ha encontrado uno revolviendo al tuntún en una mesa de saldos, o equivocando el estante de una biblioteca… La rareza y el azar no son defectos, son fuente de salud, y deberán preservarse para que la lectura —la experiencia particular, personal de "el que lee", al que suele llamarse "lector"— no se malogre. El lector tiene derecho al azar —tiene derecho a desviarse de la necesidad— a partir del momento en que acepta el riesgo de leer. Puesto frente al texto, puede permitirse errar, en su doble significado de vagar a su aire y de equivocarse, aunque eso suponga contradecir lo establecido de antemano, el orden. Es imprevisible el modo en que dará con el ogro y le arrancará al menos una pluma, y esa imprevisibilidad debe ser bienvenida. Si la imprevisibilidad y la feliz casualidad desaparecieran, la lectura del lector, como el rey del cuento, moriría...

(Graciela Montes)

sábado, noviembre 28, 2009

El balcón que volvió del pasado



La historia de los hombres se escribe con esos fragmentos hechos de viento. Siempre hay un instante de la vida en el que volvemos a ser lo que fuimos o en el que somos, misteriosamente, lo que nunca pudimos ser...

Tomás Eloy Martínez



viernes, octubre 09, 2009

Son para Portinari

Para Cándido Portinari
la miel y el ron,
y una guitarra de azúcar
y una canción,
y un corazón.
Para Cándido Portinari
Buenos Aires y un bandoneón.

Ay, esta noche se puede, se puede.
Ay, esta noche se puede, se puede,
se puede cantar un son.

Sueña y fulgura
un hombre de mano dura,
hecho de sangre y pintura,
grita en la tela.
Sueña y fulgura,
su sangre de mano dura,
sueña y fulgura,
como tallado en candela;
sueña y fulgura,
como una estrella en la altura,
sueña y fulgura,
como una chispa que vuela,
sueña y fulgura.

Así con su mano dura,
hecho de sangre y pintura,
sobre la tela,
sueña y fulgura,
un hombre de mano dura.
Portinari lo desvela
y el roto pecho le cura.


Ay, esta noche se puede, se puede,
y, esta noche se puede, se puede,
se puede cantar un son.




Maravilloso tema, conjunción de la cultura latinoamericana: el homenaje al genial pintor brasileño Cándido Portinari a través de la poesía del cubano Nicolás Guillén, la música del chileno Horacio Salinas y la voz de nuestra inolvidable Negra...

domingo, octubre 04, 2009

Zamba para no morir

Romperá la tarde mi voz
hasta el eco de ayer,
voy quedándome solo al final
muerto de sed, harto de andar,
pero sigo creciendo en el sol,
vivo...

Era el tiempo viejo, la flor,
la madera frutal.
Luego el hacha se puso a golpear
verse caer, sólo rodar
pero el árbol reverdecerá,
nuevo...

Al quemarse en el cielo la luz del día, me voy
con el cuero asombrado me iré
ronco al gritar que volveré
repartido en el aire al gritar,
siempre.

Mi razón no pide piedad,
se dispone a partir.
No me gusta la muerte ritual
sólo dormir, verme borrar,
una historia me recordará,
vivo...

Veo el campo, el fruto, la miel
y estas ganas de amar
no me puede el olvido vencer
hoy como ayer, siempre llegar
en el hijo se puede volver,
nuevo...

Al quemarse en el cielo
la luz del día, me voy.
Con el cuero asombrado me iré,
ronco al gritar que volveré
repartido en el aire al gritar,
siempre.


Hamlet Lima Quintana

domingo, agosto 16, 2009

Cromañon revisited


Infinita, recurrente pesadilla...

Por primera vez desde el 30 de diciembre de 2004, la Justicia habilitó el registro fotográfico y fílmico del local República Cromañón.

jueves, julio 02, 2009

Crónica de una muerte anunciada



El día en que lo iban a matar, Santiago Nasar se levantó a las 5.30 de la mañana para esperar el buque en que llegaba el obispo. Había soñado que atravesaba un bosque de higuerones donde caía una llovizna tierna, y por un instante fue feliz en el sueño, pero al despertar se sintió por completo salpicado de cagada de pájaros...

domingo, junio 07, 2009

Pale blue dot

Mira ese punto. Eso es aquí. Eso es casa. Eso es nosotros. En él se encuentra todo aquel que amas, todo aquel que conoces, todo aquel del que has oído hablar, cada ser humano que existió, vivió sus vidas. La suma de nuestra alegría y sufrimiento, miles de confiadas religiones, ideologías y doctrinas económicas, cada cazador y recolector, cada héroe y cobarde, cada creador y destructor de la civilización, cada rey y cada campesino, cada joven pareja enamorada, cada madre y padre, cada esperanzado niño, inventor y explorador, cada maestro de moral, cada político corrupto, cada “superestrella”, cada “líder supremo”, cada santo y pecador en la historia de nuestra especie vivió ahí – en una mota de polvo suspendida en un rayo de luz del sol.
La Tierra es un muy pequeño escenario en una vasta arena cósmica. Piensa en los ríos de sangre vertida por todos esos generales y emperadores, para que, en gloria y triunfo, pudieran convertirse en amos momentáneos de una fracción de un punto. Piensa en las interminables crueldades visitadas por los habitantes de una esquina de ese pixel para los apenas distinguibles habitantes de alguna otra esquina; lo frecuente de sus incomprensiones, lo ávidos de matarse unos a otros, lo ferviente de su odio. Nuestras posturas, nuestra imaginada auto-importancia, la ilusión de que tenemos una posición privilegiada en el Universo, son desafiadas por este punto de luz pálida.
Nuestro planeta es una mota solitaria de luz en la gran envolvente oscuridad cósmica. En nuestra oscuridad, en toda esta vastedad, no hay ni un indicio de que la ayuda llegará desde algún otro lugar para salvarnos de nosotros mismos.
La Tierra es el único mundo conocido hasta ahora que alberga vida. No hay ningún otro lugar, al menos en el futuro próximo, al cual nuestra especie pudiera migrar. Visitar, sí. Colonizar, aún no. Nos guste o no, en este momento la Tierra es donde tenemos que quedarnos.
Se ha dicho que la astronomía es una experiencia de humildad y construcción de carácter. Quizá no hay mejor demostración de la tontería de los prejuicios humanos que esta imagen distante de nuestro minúsculo mundo. Para mí, subraya nuestra responsabilidad de tratarnos los unos a los otros más amablemente, y de preservar el pálido punto azul, el único hogar que jamás hemos conocido...


(Carl Sagan)

miércoles, abril 29, 2009

Corazón coraza

Porque te tengo y no
porque te pienso

porque la noche está de ojos abiertos
porque la noche pasa y digo amor
porque has venido a recoger tu imagen
y eres mejor que todas tus imágenes
porque eres linda desde el pie hasta el alma
porque eres buena desde el alma a mí
porque te escondes dulce en el orgullo
pequeña y dulce
corazón coraza

porque eres mía

porque no eres mía
porque te miro y muero
y peor que muero
si no te miro amor
si no te miro

porque tú siempre existes

dondequiera pero existes
mejor donde te quiero
porque tu boca es sangre y tienes frío

tengo que amarte amor
tengo que amarte
aunque esta herida duela como dos
aunque te busque y no te encuentre
y aunque
la noche pase y yo te tenga
y no.


(Mario Benedetti)


martes, abril 28, 2009

Hay un momento

Hay un momento
en que todas las cosas
vuelven a ser nuevas otra vez.
Pero ese momento
debe haber llegado y se fue.
Todo lo que tengo
y todo lo que sé
es ese sueño tuyo
que me mantiene en movimiento.

(Bob Dylan)

martes, abril 21, 2009

A felicidade


Tristeza não tem fim
Felicidade, sim.

A felicidade é como a pluma
que o vento vai levando pelo ar.
Voa tão leve
mas tem a vida breve,
precisa que haja vento sem parar...


(Antônio Carlos Jobim-Vinícius de Moraes )

martes, marzo 24, 2009

Contar cuentos

Gracias a su inventiva prodigiosa y a sus sutiles artes de contadora de cuentos, Sherezada salva su cabeza de la cimitarra del verdugo. Arreglándoselas cada noche para tener a su esposo y señor, el rey Sahrigar, fascinado por sus historias, e interrumpiendo su relato cada amanecer en un momento particularmente hechicero de la intriga, durante mil noches y una noche consigue aplazar su ejecución hasta que, al cabo de esos casi tres años, el sanguinario monarca sasánida le perdona la vida y comienza para la pareja su verdadera luna de miel. (…)
Para el bruto que la escucha y se deja llevar de la nariz por la destreza de Sherezada hacia los laberintos de la vida fantaseada, donde permanecerá prisionero y feliz mil noches y una noche, aquella trenza de cuentos le enseñará que, dentro de la violenta realidad de matanzas, cacerías, placeres ventrales y conquistas en que ha vivido hasta ahora, otra realidad puede surgir, hecha de imaginación y de palabras, impalpable y sutil, pero seductora como una noche de luna en el desierto o una música exquisita, donde un hombre vive las más extraordinarias peripecias, se multiplica en centenares de destinos diferentes, protagoniza heroísmos, pasiones y milagros indescriptibles, ama a las mujeres más bellas, padece a los magos más crueles, conoce a los sabios más versados y visita los parajes más exóticos.
Cuando el rey Sahrigar perdona a su esposa -en verdad, le pide perdón y se arrepiente de sus crímenes-, es alguien al que los cuentos han transformado en un ser civil, sensible y soñador.
Los personajes principales ejercen y disfrutan el placer de contar, una de las más antiguas formas de relación desarrolladas entre los seres humanos una vez que tuvieron que agruparse en comunidades para defenderse mejor de las fieras, las inclemencias del tiempo, las tribus enemigas y procurarse el sustento (…)
Como Sherezada al rey Sahrigar, esas historias, que ardían en la caverna primitiva alrededor del fogón que apartaba a las alimañas, fueron humanizando a sus oyentes. Ellas son el despuntar de la civilización, el punto de arranque de ese prodigioso camino que llevaría a los seres humanos, al cabo de los siglos, a los grandes descubrimientos científicos, a la conquista de la materia y del espacio, a la creación del individuo, de los derechos humanos, de la democracia, de la libertad y, también, ay, de los más mortíferos instrumentos de destrucción que haya conocido la historia. Nada de eso hubiera sido posible sin el apetito de vida alternativa, de otro destino distinto del propio, que hizo nacer en la especie la idea de inventar historias y contarlas, es decir, de hacerlas vivir y compartir mediante la palabra y, luego, más tarde, la escritura.
Ese quehacer, esa magia, refinó la sensibilidad, estimuló la imaginación, enriqueció el lenguaje, deparó a hombres y mujeres todas las aventuras que no podían vivir en la vida real y les regaló momentos de suprema felicidad.
Mario Vargas Llosa

El hombre y el mar

¡Hombre libre, siempre adorarás el mar!
El mar es tu espejo; contemplas tu alma
en el movimiento infinito de su oleaje,
y tu espíritu no es un abismo menos amargo.

Te gusta hundirte en el seno de tu imagen,
la abrazas con ojos y brazos, y tu corazón
se distrae a veces de su propio rumor
con el ruido de esta queja indomable y salvaje.

Ambos son tenebrosos y discretos:
Hombre, nadie ha sondeado el fondo de tu abismo;
Mar, nadie conoce tus tesoros íntimos,
¡tan celosos guardan sus secretos!

Sin embargo, hace siglos innumerables
en que se combaten sin piedad ni remordimiento,
tanto aman la matanza y la muerte,
¡Oh, luchadores eternos, oh, hermanos implacables!


Charles Baudelaire

sábado, enero 03, 2009

Dos de Spinetta

Credulidad

Las uvas viejas de un amor
en el placard
son esas cosas que te están
amortajando.
Haciendo esta salvedad
tu mente ya estará progresando.
Pero vas donde sonrisas te dan
esos encapuchados de un mundo viejo.
No, ¿no ves que nada te dan?
Credulidad.
Credulidad.

Lo peculiar de nuestro gran calabozo
es esta especie de terror por el bosque.
La risa, nena, no podrá surgir
a menos que te subas al árbol.
Bien, el árbol es la verdad.
Descansa por tu cuerpo,
cierra ya los ojos
Hoy tus uvas vas a tirar
Credulidad...


A Starosta, el idiota

Bocas del aire del mar
beban la sal de esta luz
para sí
ya coman en la eternidad.
Algo se va ahogar
es este ardor y es esta la fiebre
del que espera
frente al despertar
vámonos de aquí...

No llores más, ya no tengas frío.
No creas que ya no hay más tinieblas.
Tan sólo debes comprenderla,
es como la luz de primavera.
Es como la luz de primavera.

Altas mareas del sol,
llenan sus bocas con él.
El idiota,
ya nada puedo hacer por él.
El se quemará
mirando al sol
y es esta la historia
del que espera
para despertar.
Vámonos de aquí

Luis Alberto Spinetta

miércoles, diciembre 31, 2008

Libros importantes



"No hay sólo un recorrido de la primera a la última línea, sino muchos originales que un gran lector sabe inventar, a veces recorriéndolo, a veces mirando el final. (...)

Yo creo que los libros son como los seres humanos. No estamos obligados a enamorarnos de todas las personas que conocemos. Hay ciertos seres importantes para cada uno. Y hay algunos libros importantes para cada uno. Hay que aprender a encontrarlos."


Pierre Bayard

( http://www.clarin.com/diario/2008/12/31/sociedad/s-01831385.htm )