poemas, canciones, fragmentos de textos que han dejado alguna huella en mí, reflexiones, imágenes, ideas... todo lo que quiero recordar y revisar y volver a vivir... palabras que me gustan, me perturban, me conmueven, me hacen gozar, reír, pensar... un poco de todo... la biblia junto al calefón... por qué no... así soy yo: frívola y profunda, alegre y melancólica, divertida y desgarrada... coyote incansable que sigue y sigue corriendo tras el correcaminos sin parar...
jueves, abril 17, 2014
Gabo
Y se perdieron con él para siempre en los altos aires donde no podían alcanzarlo ni los más altos pájaros de la memoria...
martes, febrero 25, 2014
Palabras
Hay palabras con manos; apenas escritas, me buscan el corazón. Hay palabras condenadas como lilas en la tormenta. Hay palabras parecidas a ciertos muertos, si bien prefiero, entre todas, aquellas que evocan la muñeca de una niña desdichada.
(Alejandra Pizarnik)
sábado, enero 25, 2014
Rayuela
martes, enero 14, 2014
martes, agosto 27, 2013
sábado, agosto 24, 2013
Prefacio a un diccionario
(Jorge Luis Borges)
sábado, agosto 03, 2013
Topatumba

mi bisvidita te ando
si toda
así
te tato y topo tumbo y te arpo
y libo y libo tu halo
ah la piel cal de luna de tu trascielo mío que
me levitabisma
mi tan todita lumbre
cátame tu evapulpo
sé sed de sed
sé liana
anuda más
más nudo de musgo de entre muslo de seda
que me ceden
tu muy corola mía
oh su rocío
qué limbo
ízala tú mi tumba
así
ya en ti mi tea
toda mi llama tuya
destiérrame
aletea
lava ya emana el alma
te hisopo
toda mía
ay entremuero
vida
me cremas
te edenizo.
(Oliverio Girondo)
jueves, julio 04, 2013
Julio y Carol
viernes, junio 07, 2013
Las lluvias de Castamere
¿Y quién eres tú, -preguntó el orgulloso señor-,
domingo, marzo 24, 2013
Por qué cantamos
si cada noche siempre era una ausencia,
y cada despertar un desencuentro
Usted preguntará por qué cantamos...
y porque no podemos, ni queremos
dejar que la canción se haga cenizas.
Cantamos porque creemos en la gente
y porque venceremos la derrota.
y porque en este tallo, en aquel fruto
cada pregunta tiene su respuesta...
(Mario Benedetti. "Canciones del desexilio", 1983)
martes, marzo 19, 2013
Sobre la fantasía
...La fantasía es plata y escarlata, índigo y azul, obsidiana con vetas de oro y lapislázuli. La realidad es madera laminada y plástico, terminada en barro marrón y verde oliva.
La fantasía sabe a ají picante y miel, canela y clavo de olor, inusual carne roja y vinos tan dulces como el verano. La realidad es frijoles y tofu, y cenizas al final.
La realidad son los centros comerciales de Burbank, las chimeneas de Cleveland, un garaje en Newark. La fantasía son las torres de Minas Tirith, las piedras arcaicas de Gormenghast, los salones de Camelot.
La fantasía vuela en las alas de Ícaro, la realidad en Southwest Airlines. ¿Por qué nuestros sueños se vuelven más pequeños cuando finalmente se hacen realidad?
Creo que leemos literatura fantástica para encontrar nuevamente los colores. Para saborear especias fuertes y escuchar los cantos que las sirenas cantaban. Hay algo antiguo y verdadero en la fantasía que habla a lo profundo en nuestro interior, al niño que soñó que un día cazaría en los bosques de la noche, celebraría bajo las colinas huecas y encontraría un amor que durara para siempre en algún lugar al sur de Oz y al norte de Shangri-La.
Pueden quedarse con su cielo. Cuando yo me muera, prefiero irme pronto a la Tierra Media.
(George R. R. Martin)
sábado, marzo 09, 2013
La tregua
Ella me daba la mano y no hacía falta más. Me alcanzaba para sentir que era bien acogido. Más que besarla, más que acostarnos juntos, más que ninguna otra cosa, ella me daba la mano y eso era amor.
viernes, enero 11, 2013
martes, octubre 23, 2012
Rocamadour
(Julio Cortázar, Rayuela)
domingo, octubre 07, 2012
Cuerpo presente
domingo, septiembre 30, 2012
Rayuela
domingo, agosto 26, 2012
Bran
viernes, julio 27, 2012
Esa mujer
Algún día (pienso en momentos de ira) iré a buscarla. Ella no significa nada para mí y sin embargo iré tras el misterio de su muerte, detrás de sus restos, que se pudren lentamente en algún remoto cementerio. Si la encuentro, frescas altas olas de cólera, miedo y frustrado amor se alzarán, poderosas vengativas olas, y por un momento ya no me sentiré solo, ya no me sentiré como una arrastrada, amarga, olvidada sombra (...)
(Rodolfo Walsh)
domingo, junio 17, 2012
My father's eyes

martes, mayo 08, 2012
Donde viven los monstruos
viernes, abril 20, 2012
Las trampas del tiempo
Sentada de cuclillas en la cama, ella lo miró largamente, le recorrió el cuerpo desnudo de la cabeza a los pies, como estudiándole las pecas y los poros, y dijo:
–Lo único que te cambiaría es el domicilio.
Y desde entonces vivieron juntos, fueron juntos, y se divertían peleando por el diario a la hora del desayuno, y cocinaban inventando y dormían anudados.
Ahora este hombre, mutilado de ella, quisiera recordarla como era.
Como era cualquiera de las que ella era, cada una con su propia gracia y poderío, porque esa mujer tenia la asombrosa costumbre de nacer con frecuencia.
Pero no. La memoria se niega. La memoria no quiere devolverle nada más que ese cuerpo helado donde ella no estaba, ese cuerpo vacío de las muchas mujeres que fue.
(Eduardo Galeano)
jueves, febrero 09, 2012
El Flaco en mí
Tristes los obituarios so

miércoles, febrero 08, 2012
Dolor

martes, enero 10, 2012
El arte para los niños

Ella estaba sentada en una silla alta, ante un plato de sopa que le llegaba a la altura de los ojos. Tenía la nariz fruncida y los dientes apretados y los brazos cruzados. La madre pidió auxilio:
—Cuéntale un cuento, Onelio —pidió—. Cuéntale, tú que eres escritor.
Y Onelio Jorge Cardoso, esgrimiendo una cucharada de sopa, comenzó su relato:
—Había una vez una pajarita que no quería comer la comidita. La pajarita tenía el piquito cerradito, cerradito, y la mamita le decía: ¨Te vas a quedar enanita, pajarita, si no comes la comidita¨. Pero la pajarita no hacía caso a la mamita y no abría su piquito…
Y entonces la niña lo interrumpió:
—Qué pajarita de mierdita —opinó.
(Eduardo Galeano)
viernes, diciembre 23, 2011
miércoles, julio 20, 2011
domingo, mayo 01, 2011

Leer les dará una mirada más abierta sobre los hombres y sobre el mundo, y los ayudará a rechazar la realidad como un hecho irrevocable. Esa negación, esa sagrada rebeldía, es la grieta que abrimos sobre la opacidad del mundo. A través de ella puede filtrarse una novedad que aliente nuestro compromiso.
Privar a un niño de su derecho a la educación es amputarlo de esa primera comunidad donde los pueblos van madurando sus utopías."
Discurso de Ernesto Sabato en la presentación del Plan Nacional de Lectura (Buenos Aires, Ministerio de Educación de la Nación Argentina)
sábado, abril 30, 2011
Sobre héroes y tumbas

viernes, abril 08, 2011
El silencio del mar
y sobrevive a los sobrevivientes
nunca sabré que espero de él
o en calles que se cierran en más calles

(Mario Benedetti)
sábado, marzo 26, 2011
jueves, marzo 24, 2011
Golpe
- Mamá, dijo el niño - ¿qué es un golpe?
- Algo que duele muchísimo y deja amoratado el lugar donde te dio.
El niño fue hasta la puerta de la casa. Todo el país que le cupo en la mirada tenía un tinte violáceo.
(Pía Barros, narradora chilena)
domingo, febrero 20, 2011
Los nadies
Los nadies: los hijos de nadie, los dueños de nada.
Los nadies: los ningunos, los ninguneados, corriendo la liebre, muriendo la vida, jodidos, rejodidos:
Que no son, aunque sean.
Que no hablan idiomas, sino dialectos.
Que no profesan religiones, sino supersticiones.
Que no hacen arte, sino artesanías.
Que no practican cultura, sino folklore.
Que no son seres humanos, sino recursos humanos.
Que no tienen cara, sino brazos.
Que no tienen nombre, sino número.
Que no figuran en la historia universal, sino en la crónica roja de la prensa local.
Los nadies, que cuestan menos que la bala que los mata.
(Eduardo Galeano)

lunes, enero 10, 2011
Yo me nazco
sábado, octubre 09, 2010
La casada infiel
creyendo que era mozuela,
pero tenía marido.
Fue la noche de Santiago
y casi por compromiso.
Se apagaron los faroles
y se encendieron los grillos.
En las últimas esquinas
toqué sus pechos dormidos,
y se me abrieron de pronto
como ramos de jacintos.
El almidón de su enagua me
sonaba en el oído,
como una pieza de seda
rasgada por diez cuchillos.
Sin luz de plata en sus copas
los árboles han crecido,
y un horizonte de perros
ladra muy lejos del río.
Pasadas las zarzamoras,
los juncos y los espinos,
bajo su mata de pelo
hice un hoyo sobre el limo.
Yo me quité la corbata.
Ella se quitó el vestido.
Yo el cinturón con revólver
Ella sus cuatro corpiños.
Ni nardos ni caracolas
tienen el cutis tan fino,
ni los cristales con luna
relumbran con ese brillo.
Sus muslos se me escapaban
como peces sorprendidos,
la mitad llenos de lumbre,
la mitad llenos de frío.
Aquella noche corrí
el mejor de los caminos,
montado en potra de nácar
sin bridas y sin estribos.
No quiero decir, por hombre,
las cosas que ella me dijo.
La luz del entendimiento
me hace ser muy comedido.
Sucia de besos y arena,
yo me la lleve del río.
Con el aire se batían las
espadas de los lirios.

Me porté como quien soy.
Como un gitano legítimo.
Le regalé un costurero
grande de raso pajizo,
y no quise enamorarme
porque teniendo marido
me dijo que era mozuela
cuando la llevaba al río.
(Federico García Lorca)
jueves, agosto 26, 2010
Casi nadie va a sacarlo de sus casillas
la suma de los ángulos de un triángulo
es igual a dos rectos, la sopa, la conciencia,
el alcaucil, después del dos el tres, después

del hoy, mañana, casi nadie lo sacará de sus
casillas. Casi nadie ni nada, porque ¿cómo tomar
en serio esos latidos en que el sueño es acceso,
esas miradas de insoportable lucidez en un
tranvía, eso que ahora dice: Huye, pero al final, al
fin y al cabo, no era más que un gajo de naranja
reventado en la boca? ¿Cómo tomar en serio que
una puerta dé a la tristeza cuando el arquitecto la
abre al pasillo, que unos senos dibujen paralelos
sus jardines cuando es la hora de
ir a la oficina? Imposible negar las evidencias
dice el doctor y dice bien, inútil sacar de sus
casillas al honesto almanaque, San Rulfo, Santa
Tecla, San Fermín, la Asunción, el caballo
relincha, el perro ladra, casi nadie le ofrece en
una esquina un pedacito suelto de bicicleta o
trompo, casi nunca es verano en pleno invierno
por razones de estricta pulimentada lógica,
hay que ser lo que se es o no ser nada, y nada
lo sacará de sus casillas, nadie lo sacará, y si un
caballo ladra no lo sabremos nunca, porque
los caballos no ladran. Bastaría un apenas, un no
quiero, para empezar de otra manera el día,
hervir la radio con las papas y a cada chico darle
un cocodrilo para que huela a miedo en las
escuelas, sacar los muertos a que tomen aire,
meter las mitras en la mayonesa, actividades
subversivas, claro, pero otras cosas hay; fusiles
corren por las picadas, Sudamérica crece en su
selva hacia la aurora, de tanto arroz bañado en
sangre nacerá otra manera de ser hombre.
No cito más que apenas estas cosas, saco de sus
casillas a unos cuantos que todavía creen en la
poesía encasillada en su vocabulario
lleno de compromisos con lo abstracto.
(La suma de los ángulos de un triángulo),
((Los caballos no ladran)),
(((Dice el doctor, y dice bien))).
Julio Cortázar
sábado, agosto 14, 2010
Después de los lobos

domingo, mayo 23, 2010
El Hacedor

(Jorge Luis Borges)
miércoles, enero 13, 2010
Las plumas del ogro
El cuento tiene variantes, en algunas el ogro no es ogro sino diablo y no son plumas sino pelos de oro lo que hay que arrancarle. La que reproduce Italo Calvino en sus Fiabe comienza así: "Un Rey se enfermó. Vinieron los médicos y le dijeron: ‘Escuche, Majestad, si quiere curarse, va a tener que arrancarle una pluma al Ogro. Es un remedio difícil porque el Ogro se come a todos los que se le ponen delante’…" Calvino dice que en la versión que a su vez le sirvió de fuente, la que está contenida en la antología de cuentos toscanos de Pitré, el ogro no es ogro sino apenas "la bestia", pero siguen siendo plumas lo que hay que arrancarle.
El esplendor de la versión de Calvino radica en lo extemporáneo de las plumas. Es fácil imaginarse un diablo con pelos, con al menos tres pelos como lo pintan los Grimm. También es fácil imaginar un ogro mamífero y carnívoro, de rulos ralos como los que luce el de "Pulgarcito" según Doré, o con una gran pelambre roja como la de Oni, el ogro de los cuentos japoneses. Pero plumas… Las plumas son tan livianas, tan femeninas también… ¿Dónde tiene las plumas el ogro? El cuento no lo dice nunca, ni siquiera cuando el héroe, con ayuda de una bella muchacha que el ogro tiene cautiva en el fondo de su cueva, consigue hacerse de esas plumas, que va arrancando una a una del ogro dormido, sin que se sepa nunca de qué sector de su inmenso cuerpo proceden.
Las maravillas son comunes en los cuentos populares, hay gallinas que ponen huevos de oro, burros que defecan oro, caballos que vuelan, hombres que se reducen al tamaño de una hormiga, cajas donde cabe el mundo. Pero es difícil encontrar algo más sorprendente, más gratuito, más sutil, que las plumas del ogro. (...)
Hay un aspecto de la lectura —no me refiero a la teoría de la lectura sino a su puesta en práctica, el ejercicio vivo, histórico de la lectura— que equivale a arrancarle las plumas al ogro. (...) El que lee "emprende" el texto a su manera, se debate con él, lo rodea, lo calibra, se insinúa en él por algún resquicio o lo toma por asalto, y algo atrapa ahí adentro, algo que solo él podía atrapar. Algo que encuentra de pronto —muchas veces por azar— y arranca por propia cuenta y riesgo vaya uno a saber de dónde. Tal vez no le estaba destinado, tal vez no sea lo más apropiado sino algo inesperado, bizarro, que sin embargo es justo lo que estaba necesitando, lo que, como al rey del cuento, puede "curarlo". Por supuesto que es difícil prever cuándo se producirá el punto culminante o adivinar de qué clase serán las plumas que el lector atrape, lo único que se puede decir es que, si lleva a cabo su lectura, va a tener al menos una de esas plumas en la mano.
La lectura incluye la rareza y el azar. En la historia del lector hay siempre contactos inesperados, atajos, desvíos, situaciones desconcertantes, extrañas casualidades. Basta pensar que muchos de los libros más importantes de la vida se los ha encontrado uno revolviendo al tuntún en una mesa de saldos, o equivocando el estante de una biblioteca… La rareza y el azar no son defectos, son fuente de salud, y deberán preservarse para que la lectura —la experiencia particular, personal de "el que lee", al que suele llamarse "lector"— no se malogre. El lector tiene derecho al azar —tiene derecho a desviarse de la necesidad— a partir del momento en que acepta el riesgo de leer. Puesto frente al texto, puede permitirse errar, en su doble significado de vagar a su aire y de equivocarse, aunque eso suponga contradecir lo establecido de antemano, el orden. Es imprevisible el modo en que dará con el ogro y le arrancará al menos una pluma, y esa imprevisibilidad debe ser bienvenida. Si la imprevisibilidad y la feliz casualidad desaparecieran, la lectura del lector, como el rey del cuento, moriría...
(Graciela Montes)